Julio Trujillo -- Ivan Urdinola "El enano"
Nacido en
la población de El Dovio, Departamento del Valle del Cauca. Según la revista
Semana Iván Urdinola Grajales proviene de una familia de clase media alta del
Valle. Muchos lo consideran un burgués, que alcanzó a pisar una universidad,
pero muy pronto se convenció de que su oficio estaba en los negocios. Para él
era mas importante rebuscarse la plata que lograr un cartón y convertirse en un
profesional más, con muy pocas oportunidades de trabajo. Fue así como decidio
montar su primer negocio cuando apenas tenía 20 años; un frigorifico en
Cartago, que a la vuelta de unos meses se convirtió en un negocio redondo, pues
tenía el monopolio de la distribución de carnes para el norte del Valle. Muy
pronto se extendió hacia Cali y luego a Buenaventura. Esa fue una época en que
el dinero si bien no era mucho, era seguro. Pero todo cambió cuando en una
feria de Cali conoció a los hermanos Rodríguez. Desde un comienzo simpatizaron.
Tenían algo en común: ambición. Y Urdinola comprendió que su negocio, si bien
era cierto que le daba para vivir cómodamente, no le reportaba lo suficiente
para tener una vida más holgada y sin tantas privaciones. Fue por eso que,
según las autoridades, se decidió a dar los primeros pasos en el mundo de los
negocios del narcotráfico. Pero a pesar de mantener una relación de confianza y
amistad con los Rodríguez nunca alcanzó a ocupar un puesto de respeto dentro de
la organización que en ese momento se conoció como el cartel de Cali. Sin
embargo se mantuvo por varios años al servicio de Gilberto Rodríguez, siendo
siempre un hombre fiel y de confianza. A tal punto de que era uno de los pocos
invitados a la mesa de negociaciones de la organización de Cali, a pesar de ser
un subalterno que poco o nada decidía. Por eso, según los organismos de seguridad,
un día decidió -con la bendición de sus jefes- montar toldo aparte. Escogió
como frente de operaciones el norte del Valle y muchos de sus negocios los
compartió con los Rodríguez. Pero en esa zona del país encontró otro tipo de
dificultades. En épocas pasadas, en los años 50, la región fue el epicentro,
más que ninguna otra zona del país, de la violencia política entre
conservadores y liberales. Y luego llegaron las Farc y el ELN a imponer su
mando. Y entre todos sembraron la semilla de la justicia privada y de la ley
del talión. Urdinola,un hombre rudo, había sido un anticomunista de tiempo
completo y por eso no dudó nunca en enfrentar a los grupos guerrilleros en una
cruzada ideológica que no tuvo tregua. Las autoridades lo relacionan con el asesinato
de muchos auxiliadores de la guerrilla, entre ellos el sacerdote Tiberio de
Jesús Fernández. Pero no todos los crímenes que han ocurrido en esta región son
atribuidos por las autoridades a Iván Urdinola. El enfrentamiento de dos de sus
socios, Hernando Gómez y Orlando Henao, por un mal negocio de droga, ha dejado
también muchos muertos a la vera del camino. Amigo de sus amigos y enemigo de
quienes tratan de obstaculizar su camino, Iván Urdinola ha sido considerado por
la gente del norte del Valle como un redentor que ha llevado progreso y
desarrollo a lugares como Zarzal, Cartago, Roldanillo, El Cairo y Tuluá, donde
mantuvo su centro de operaciones. Pero a pesar de que tiene el aprecio en las
zonas donde opera, es temido y considerado implacable por sus enemigos. Se
afirma que cuando 35 de sus guardaespaldas pensaron jugarle sucio en un negocio
de drogas, decidió acabar con ellos. Según las autoridades, su sentencia fue el
paredón y sus cuerpos arrojados al río Cauca para que todos se enteraran de que
cuando había que hacer justicia él era el primero en hacerla cumplir. De
acuerdo con las autoridades, su organización sirvió de apoyo en el negocio de
cocaína al cartel de Cali para cumplir con sus cuotas en el exterior. Pero en
los últimos tiempos (finales de los años ochenta, principios de los noventa)
Urdinola, un hombre inteligente y ambicioso, pasó de simple subalterno a jefe
independiente. Esto lo logró gracias al mercado de la heroína, según fuentes de
inteligencia. Se apropió de su comercialización y distribución en el exterior y
en menos de dos meses convirtió su organización del norte del Valle en un
cartel independiente, pero que seguía manteniendo buenas relaciones con los
hermanos Rodríguez Orejuela. Fue detenido por la Policía Nacional de Colombia
el domingo 26 de abril de 1992, por 50 hombres de la Dijin que llegaron a las
cinco de la mañana a la finca La Porcelana, en el municipio de Zarzal, Valle
del Cauca, esto se debió a que a comienzos de marzo de ese mismo año, la Dijin
obtuvo una serie de informaciones a través de sus colaboradores sobre las
actividades que desarrollaba Iván Urdinola en el Valle. Los datos entregados
por los informantes llevaron al director de este organismo, coronel Luis
Enrique Montenegro Rincón.