domingo, 26 de mayo de 2013

Julio Trujillo -- Ivan Urdinola "El enano"

 Nacido en la población de El Dovio, Departamento del Valle del Cauca. Según la revista Semana Iván Urdinola Grajales proviene de una familia de clase media alta del Valle. Muchos lo consideran un burgués, que alcanzó a pisar una universidad, pero muy pronto se convenció de que su oficio estaba en los negocios. Para él era mas importante rebuscarse la plata que lograr un cartón y convertirse en un profesional más, con muy pocas oportunidades de trabajo. Fue así como decidio montar su primer negocio cuando apenas tenía 20 años; un frigorifico en Cartago, que a la vuelta de unos meses se convirtió en un negocio redondo, pues tenía el monopolio de la distribución de carnes para el norte del Valle. Muy pronto se extendió hacia Cali y luego a Buenaventura. Esa fue una época en que el dinero si bien no era mucho, era seguro. Pero todo cambió cuando en una feria de Cali conoció a los hermanos Rodríguez. Desde un comienzo simpatizaron. Tenían algo en común: ambición. Y Urdinola comprendió que su negocio, si bien era cierto que le daba para vivir cómodamente, no le reportaba lo suficiente para tener una vida más holgada y sin tantas privaciones. Fue por eso que, según las autoridades, se decidió a dar los primeros pasos en el mundo de los negocios del narcotráfico. Pero a pesar de mantener una relación de confianza y amistad con los Rodríguez nunca alcanzó a ocupar un puesto de respeto dentro de la organización que en ese momento se conoció como el cartel de Cali. Sin embargo se mantuvo por varios años al servicio de Gilberto Rodríguez, siendo siempre un hombre fiel y de confianza. A tal punto de que era uno de los pocos invitados a la mesa de negociaciones de la organización de Cali, a pesar de ser un subalterno que poco o nada decidía. Por eso, según los organismos de seguridad, un día decidió -con la bendición de sus jefes- montar toldo aparte. Escogió como frente de operaciones el norte del Valle y muchos de sus negocios los compartió con los Rodríguez. Pero en esa zona del país encontró otro tipo de dificultades. En épocas pasadas, en los años 50, la región fue el epicentro, más que ninguna otra zona del país, de la violencia política entre conservadores y liberales. Y luego llegaron las Farc y el ELN a imponer su mando. Y entre todos sembraron la semilla de la justicia privada y de la ley del talión. Urdinola,un hombre rudo, había sido un anticomunista de tiempo completo y por eso no dudó nunca en enfrentar a los grupos guerrilleros en una cruzada ideológica que no tuvo tregua. Las autoridades lo relacionan con el asesinato de muchos auxiliadores de la guerrilla, entre ellos el sacerdote Tiberio de Jesús Fernández. Pero no todos los crímenes que han ocurrido en esta región son atribuidos por las autoridades a Iván Urdinola. El enfrentamiento de dos de sus socios, Hernando Gómez y Orlando Henao, por un mal negocio de droga, ha dejado también muchos muertos a la vera del camino. Amigo de sus amigos y enemigo de quienes tratan de obstaculizar su camino, Iván Urdinola ha sido considerado por la gente del norte del Valle como un redentor que ha llevado progreso y desarrollo a lugares como Zarzal, Cartago, Roldanillo, El Cairo y Tuluá, donde mantuvo su centro de operaciones. Pero a pesar de que tiene el aprecio en las zonas donde opera, es temido y considerado implacable por sus enemigos. Se afirma que cuando 35 de sus guardaespaldas pensaron jugarle sucio en un negocio de drogas, decidió acabar con ellos. Según las autoridades, su sentencia fue el paredón y sus cuerpos arrojados al río Cauca para que todos se enteraran de que cuando había que hacer justicia él era el primero en hacerla cumplir. De acuerdo con las autoridades, su organización sirvió de apoyo en el negocio de cocaína al cartel de Cali para cumplir con sus cuotas en el exterior. Pero en los últimos tiempos (finales de los años ochenta, principios de los noventa) Urdinola, un hombre inteligente y ambicioso, pasó de simple subalterno a jefe independiente. Esto lo logró gracias al mercado de la heroína, según fuentes de inteligencia. Se apropió de su comercialización y distribución en el exterior y en menos de dos meses convirtió su organización del norte del Valle en un cartel independiente, pero que seguía manteniendo buenas relaciones con los hermanos Rodríguez Orejuela. Fue detenido por la Policía Nacional de Colombia el domingo 26 de abril de 1992, por 50 hombres de la Dijin que llegaron a las cinco de la mañana a la finca La Porcelana, en el municipio de Zarzal, Valle del Cauca, esto se debió a que a comienzos de marzo de ese mismo año, la Dijin obtuvo una serie de informaciones a través de sus colaboradores sobre las actividades que desarrollaba Iván Urdinola en el Valle. Los datos entregados por los informantes llevaron al director de este organismo, coronel Luis Enrique Montenegro Rincón.


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